viernes, 12 de agosto de 2011

El canto del avestruz

¿Las avestruces cantan?

Con el cuello que tienen deben de llegar a unos registros altísimos. Además de unos pulmones enormes...Idóneos para dirigir una buena corriente de aire a las cuerdas vocales y alimentar así la sonoridad que sale de sus picos, un chorro de voz que apenas necesitará la amplificación de un micrófono para llenar un estadio. Bueno, quizás esto último lo he exagerado un poquitín. Para llenar un estadio sí que necesitaría un micrófono. Claro que se me plantea un problema...El cerebro de las avestruces es más pequeño que su ojo, y no sé si tienen la capacidad de almacenar las letras de las canciones a tocar...

Pero bueno dejemos de hablar en general. Centrémonos en una, en una avestruz. Concretamente en esa a la cual le toca cantar por primera vez ante un público, con su grupo, en un bar.

Todos conocéis la actitud que toma una avestruz cuando ve el peligro cerca. Sumerge la cabeza debajo de la tierra y espera que todo pase. Y lo único que pasa es que recibe un bocado en el culo por parte del león de turno.

Qué poca confianza tiene el animal en sí mismo, ¿no? Un elefante por ejemplo: Robert Plant, Freddy Mercury, Stephen Tayler, Bon Scott, Robert Johnson, Jack White...No tendría problemas en barritar ante un micrófono sin esconder ninguna parte de su cuerpo. Vale que los elefantes que he puesto llevan años sobre un escenario y han recibido (menos Freddy Mercury) clases de canto pero...La confianza con la que se lanzaron a cantar por primera vez fue decisiva en su carrera.

Me encantan las analogías: el cantante novatillo es una avestruz que tiende a esconder su cabeza ante el público, un león sediento de música que espera no llevarse una decepción por parte de la tierna carne del avestruz.

Bien, pues esta vez es el turno de que el avestruz se convierta en elefante, mire al león y pegue un berrido que lo deje sentado en el suelo del asombro.

¿Cómo? Practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando, practicando y practicando.Y echándole valor a la cosa, por supuesto.

La confianza en los demás se gana con nuestros actos.
La confianza en nosotros mismos se adquiere con nuestra voluntad.

Y de eso trata el canto del avestruz o de la confianza en uno mismo.

Y ahora con su permiso voy a seguir practicando "The Pretender".

¡What if I *tos, tos*...




WHAT IF I SAY I'M NOT LIKE THE OTHERS
WHAT IF I SAY I'M NOT ANOTHER ONE OF YOUR PLAYS
YOU'RE THE PRETENDER
WHAT IF I SAY THAT I NEVER SURRENDER?!

3 comentarios:

  1. yo prefiero ponerme a cantar iwal que en casa o en la ducha o en el coche o en un concierto. a todo trapo y pensado que estoy solo :)

    ResponderEliminar
  2. Por fin lo has escrito, después de ¿meses?

    A merecido la pena. Tantas analogías en unos párrafos. Es como leer tu vida en un cuento.

    Un cuento musical. Que no un musical XD

    Sigue así.

    ResponderEliminar
  3. fredy no dio clases de canto??? si esk eso se lleva... espero que ese alma literaria tuya no la estes desagando solo ene ste blog ;)

    ResponderEliminar

Buscar este blog